Y AHORA, ¿QUE?

 

 

¿Esa es la gran pregunta que nos hacemos el día 7 de enero todos los años, y ahora qué? Vamos a imaginar que nuestro cuerpo es una piscina, y el hígado y riñón fueran los filtros que limpian el agua, en nuestro caso la sangre, de las toxinas. Si la piscina se llena de mucha suciedad los filtros se pueden colapsar y no limpiar adecuadamente, y es lo que nos ocurre a nosotros después de estos días de comidas copiosas y fuera de nuestras rutinas.

Nuestro cuerpo es muy sabio y nos da pistas de cuando tenemos que “limpiar” nuestros filtros así que vamos a ver cuántas cosas de la lista siguiente, que es lo primero que en el centro de estética pregunto a mis clientes, tenemos para ver si depuramos ahora mismo:

            Sensación de cansancio y fatiga, mal aliento, mala circulación con retención de líquidos, depresión y cambios de humor, vientre hinchado, gases, pesadez…desequilibrios hormonales, problemas de piel como son acné o sequedad, prurito, dolores de cabeza e incluso algunas veces mucosidad.

La limpieza de nuestro organismo tendría que ser algo “obligatorio” como mínimo 2 veces al año para que tengamos una salud mejor y que estos síntomas no aparezcan, aunque también se puede hacer antes de un programa de pérdida de peso, cambio de estación o una toma prolongada de medicamentos. Eso , siempre que no tengamos una enfermedad grave, en tal caso siempre consultar con el medico antes de hacer nada.

Nuestro cuerpo transforma las toxinas para poder ser eliminadas por orina o heces, y en menor medida por los pulmones y por la piel. Si tenemos una salud gastrointestinal perfecta las toxinas se eliminan perfectamente, sino se estancan y se distribuyen por todo el organismo, pudiendo dar muchos problemas de salud.

Las pautas que yo suelo dar a mis clientes son: beber más cantidad de líquido, sobre todo agua o infusiones drenantes y depurativas (boldo, alcachofa, cardo mariano, diente de león, grosella negra…). Yo recomiendo unos compuestos que tengo ya sean en pastillas, jarabes o gotas que van todas juntas o parte de ellas y de esa forma tomamos todo de una sola vez

Una buena dieta détox, con pocas grasas saturadas, aumentando el consumo de carne magra, pescado blanco y productos desnatados

Disminuir al mínimo la sal y los hidratos (pastas, harinas no integrales, bebidas azucaradas. Intentar condimentar con hiervas y endulzar con estevia.  Evitar la comidas rápidas y alimentos precocinados

Incluir más frutas por el aporte de vitaminas y minerales (cítricos, aguacate, manzana, piña y plátano) y verduras frescas (caldo de verduras, verduras de hoja verde, pepino, ajo, apio y alcachofas), cereales integrales, arroz integral, legumbres….

Evitar en lo posible, el alcohol y el tabaco

Autor entrada: Belen DTA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *